Había una vez una princesa triste Que vivía en un reino triste. El reino era triste Porque la princesa estaba triste. Desde su ventana triste Se podía ver un mar triste Y un pueblecito triste, El único pueblecito que quedaba ya en el triste reino. Entre sus casitas tristes Destacaba una especialmente triste, Con un armario triste, una mesa triste y una cama triste En la que dormía un niño… vulgar, vulgarcito. Ni triste ni mandangas, vulgarcito. Y con pan o sin pan, se llamaba Juan.
De manera rimada, articulada, redondeada, recta e inclinada como una carcajada se nos presenta la vida de un pobre muchacho que habita en un reino triste.
Programación de Circuitos Escénicos de Castilla y León.
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Público: EDUCACIÓN PRIMARIA |
Duración: 55 min. |
Año de estreno: 2010 |
Género/formato:
TEATRO DE OBJETOS – CONTEMPORÁNEO - Espectáculo en verso |
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